Si Futaba Yoshioka pudiera regresar en el tiempo, podría decirle a su yo del pasado que deje de llorar, que no albergue dudas sobre Kou, que él la ama y que algún día crecerán juntos y dejarán atrás los dolores que no les permiten amarse. ¿Pero eso significa que hoy todo ha cambiado? ¿Ya no la acecha la incertidumbre y puede ver con claridad el corazón de Kou?
Ciclos que cerrar, confesiones de amor, un largo viaje y una realidad que parece un desolador sueño en el último tomo de Aoharaido.
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